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Bienvenido a la favela: "Cidade de Deus" (2002).

Basada en hechos reales, la película nos cuenta una serie de historias cruzadas que tienen lugar en la Ciudad de Dios, una pobre favela ubicada en Río de Janeiro, Brasil. El punto de partida será la década del 60 y la del 80 marcará un desenlace sumergido en la violencia, las drogas y el crimen organizado. 

Para mí, Cidade de Deus es una obra maestra y una cita obligada al hablar de mis películas favoritas de todos los tiempos. Virtuosa como ella sola, recrea un ambiente de peligro con una verosimilitud increíble, siendo aquello uno de sus principales puntos a favor. Aquí, la poca experiencia de la mayoría del reparto en materias de actuación, lejos de ser un problema, encaja de manera perfecta con ese mundo caótico y miserable que vemos en pantalla. Ciertamente se logra ingresar a las favelas y conectar con esa realidad. No se nos priva de nada, dejando al descubierto la marginalidad en torno a la organización del paisaje, las rudimentarias casas, la suciedad de las calles y la propia caracterización de los habitantes del lugar. Como parte de un monólogo interno de Buscapé (Alexandre Rodrigues) en los primeros minutos, la frase: "...en la Ciudad de Dios si corres te agarran. Y si no corres, también", se ve materializada en la esencia de la cinta, la que pareciera ser palpable a lo largo de todo el metraje.  

El ritmo de los acontecimientos es intenso y no decae en ningún momento, asimismo, el trabajo de montaje (Daniel Rezende) aporta con dinamismo y fluidez al conjunto total. La no-linealidad del relato es, quizás, otro de sus grandes triunfos en cuanto al recurso narrativo.  Los saltos temporales evidencian el excelente guión y varias secuencias contextualizan lo que  ocurre a lo largo de los años sin dejar de lado a los personajes. En específico, cabe señalar aquella que se centra en la historia de un departamento donde se vende droga, que más allá de otorgar una perspectiva original, justifica su existencia al representar la evolución del narcotráfico en la favela. La fotografía es también destacable, ya que establece distintos tonos y matices a medida que el argumento cambia de temporalidad. Tanto la dirección de Fernando Meirelles, como la de Kátia Kund, sacan adelante una vertiginosa historia que no escatima en el uso de la imaginación referida a  la forma de exponer los hechos. 




Con respecto a las actuaciones, que por cierto son muy buenas en líneas generales, debo decir que hubo dos que captaron mi completa atención, me refiero a Leandro Firmino (Dadinho o Zé Pequenho) y Phelippe Haasengen (Bené). En parte, debido al enorme carisma derrochado frente a las cámaras, pero mayoritariamante por la naturaleza de sus personajes. Amigos inseparables con personalidades diametralmente opuestas. Ambos, se logran apreciar muy comprometidos con sus papeles, en especial Firmino, quien terminando caracterizando a uno de los psicópatas más impulsivos del cine. En serio, no hay ley, sentimiento, ni razón alguna que frene su ambición y ansias de poder, no obstante, se me hizo imposible odiarlo. 

Pese a lo controversial de su temática, considerando que hubo una historia verídica detrás, la película se concibe a sí misma de manera inteligente. Si bien trata lamentables problemáticas sociales, que podrían extrapolarse a casi toda Latinoamérica,  no cae en discursos simplistas, ni pretende darnos una cátedra moralizante al respecto, sino que juega con la propia conciencia del espectador. Muestra una compleja realidad sin emitir juicios. Es más, incluso le da espacio al humor, sobretodo cuando apreciamos la lucha de Buscapé por perder su virginidad o su breve incursión en el mundo del crimen. Lo curioso es que tales detalles son manejados con gran talento, haciendo que no se sientan fuera lugar, a pesar de convivir con aspectos que pueden resultar chocantes, como la banda de niños que  vive del robo y los asaltos. 

En definitiva, sólo me queda elogiarla. Creo que no es equivocado elevarla como una gran exponente del cine latinoamericano y por qué no, como una de las mejores películas de la década pasada. Muy recomendable. Si alguien no la a visto aún, que lo haga ahora ya. 


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