La trama de la película es la siguiente: Una joven (Mary Elizabeth Winstead) despierta encadenada en un búnker luego de haber sufrido un accidente automovilístico. El dueño del lugar (John Goodman) le advierte que el aire está contaminado con elemento tóxicos, por lo que no es prudente salir. De ahí en más, la muchacha comenzará a sospechar de su entorno y buscará una forma de escapar.
Debo decir que esta cinta me recordó un tanto a The Mist (2007), al menos en una porción de la idea desarrollada, ya que en las dos existía un inminente peligro en el exterior que influía en las relaciones de las personas encerradas, aunque en la película que nos convoca aquel peligro era mucho menos explícito. Ahora bien, acercarse a 10 Cloverfield Lane resulta complicado, y es que al ser vendida como una secuela de Cloverfield (2008) o como "pariente" de ella, nos obliga a intentar relacionarla de alguna forma. Al menos para mí, aquella tarea fue infructífera y la abandoné a medida que me adentraba en la historia. Probablemente esa actitud me ayudó a valorar esta película por sí misma, pero también me dejó la impresión de que todo se sustentó en una táctica de marketing. Como sea, tras haber disfrutado Cloverfield, a pesar de no ser un adepto del metraje encontrado o falso documental, me animé a ver ésta.
Prácticamente toda la película se sitúa en el refugio, donde sólo tres actores van construyendo un ambiente de tensión en el transcurso de la convivencia. Aquí quien se lleva los aplausos es John Goodman, un actorazo que nutre a su personaje de una histeria que contagia al resto, incluyendo al espectador. Asimismo, sus actitudes caen en una constante ambiguedad. De momento no se sabe si sus intenciones son buenas o son malas, lo que de seguro ayuda a la historia y a la desconfianza colectiva que se quiere generar. Los otros dos personajes no están nada mal y las actuaciones son más que aceptables, aunque quedan un tanto opacadas al lado de Goodman, en especial el rol interpretado por John Gallagher Jr.
A medida que la trama avanza nos olvidamos acerca de lo que ocurre en el exterior, para centrarnos en la interacción que se da en el búnker, la que funciona de buena manera y logra mantener el ritmo de la película. No obstante, en el camino van surgiendo más preguntas que respuestas. En parte, tal elemento logra incorporarnos en un estado de confusión necesario para empatizar con la protagonista, y por contraparte, no satisface todos los puntos de la historia que necesitamos conectar. Sin revelar aspectos centrales de la trama, se pueden mencionar situaciones que caen en el olvido o no tienen un mayor acabado en el guión, como la historia de la "hija" del dueño del refugio. De todas maneras, el pasar por alto aquello no representa un verdadero problema a la hora de seguir el argumento.
Un aspecto a destacar es la dirección de Dan Trachtenberg, quien sale airoso a la hora de considerar su trabajo como un conjunto. Los momentos de tensión son manejados de una manera creíble y la claustrofobia, propia de la circunstancia, se presenta en todo instante. Las escenas con cámara en mano están justificadas y no se abusa de ellas, por lo que se puede apreciar claramente lo que ocurre en pantalla. Además, consigue aprovechar el espacio de un modo óptimo, teniendo en cuenta que todo el lugar representa un ambiente monótono.
Tal vez el mayor despropósito recaiga sobre los minutos finales de la película. Una revelación importante se lleva a cabo en aquel momento, pero, lamentablemente, se resuelve de una forma poco convincente. Sin embargo, el bajón que significó para mí ese minuto en relación a lo visto con anterioridad, no fue factor suficiente para echar por tierra lo que se había logrado hasta allí, que si bien no era genial, estaba bien trabajado y ejecutado. Por lo que no me queda más que invitar a que le den una oportunidad a la cinta. Creo que vale la pena hacerlo. Y como humilde consejo, olvídense de la Cloverfield del 2008 mientras la vean.
Para destacar: John Goodman y su paranoia.
Para olvidar: El confuso desenlace.
Para destacar: John Goodman y su paranoia.
Para olvidar: El confuso desenlace.
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